En pocos días Apple celebrará una nueva presentación de productos -las conocidas como keynotes-. Tras casi tres años de inercia, parece que esta keynote puede ser la más importante tras la muerte de Jobs. El caso es que pese a los innumerables rumores y filtraciones sobre la anual renovación del iPhone 6, en los últimos días se ha sumado la posibilidad de que Apple aproveche la ocasión para desvelar su propuesta de gadget wearable, el hipotético iWatch.
Pero vayamos por partes, primero repasemos las posibles novedades del iPhone 6. Lo más seguro es que el nuevo iPhone vuelva a incrementar el tamaño de su pantalla hasta las 4,7 pulgadas. Con esto Apple respondería a la demanda más importante del mercado que pide desde hace tiempo móviles entre 4 y 5 pulgadas. La pantalla podría tener una resolución de 1334×750 píxeles con una densidad de 326 ppp. Pero no acaba aquí la cosa porque aún cabe lugar para la sorpresa si finalmente presentan un rumoreado phablet iPhone de 5,5 pulgadas, el iPhone 6L (large). La única duda que queda es saber si el futurible iPhone 6c se mantendría en las actuales 4 pulgadas para afianzarse como la opción más asequible de la familia.
El diseño de los prototipos que han inundado la red muestra un dispositivo más redondeado y delgado, manteniendo la construcción metálica, pero lógicamente no hay confirmación oficial. Como punto extra encontramos la posibilidad de que la pantalla tenga una protección de zafiro -más resistente y flexible- y que debido a su mayor coste podría usarse solo en el modelo más caro.
Por dentro las novedades están más cerca de ser las lógicas actualizaciones anuales que verdaderas mejoras. La única sorpresa en este sentido podría llegar de la incorporación de conectividad inalámbrica NFC para potenciar los pagos desde el móvil -y donde parece que habrían llegado a un acuerdo con American Express (probablemente también con Visa y Mastercard) -. La resistencia de Apple a adoptar este estándar podría haber llegado a su fin, pero no apostaría mi sueldo por ello.
Por lo demás la cámara probablemente integre estabilizador óptico y tal vez suba de los 8 a los 13 Megapíxeles de resolución. Por supuesto, habrá actualización de procesador con el A8 dual core de 64 bits a 2 GHz y también una mayor batería (rezamos por ello), e incluso puede que también aumenten el almacenamiento máximo a 128 GB. También suena un sensor de presión atmosférica/barómetro, dentro del procesador de movimiento M7 mejorado.
A todo esto habrá que sumarle las novedades software que aportará iOS8 que como ya se desveló también suponen un salto cualitativo de gran importancia (especialmente en lo relativo a la salud y la domótica)
Si todo esto es cierto, significaría el mayor cambio del iPhone desde su concepción original, dejando de lado muchas de las máximas de Jobs sobre el tamaño más manejable o la seguridad del NFC, rindiéndose finalmente a una tendencia de mercado que les estaría impidiendo vender más.
Pero la auténtica sorpresa de la keynote podría llegar con otro dispositivo del cual no se sabe absolutamente nada pero del que se ha hablado mucho, el rumoreado ‘wearable’ de muñeca (reloj o pulsera) iWatch, algo muy relacionado con la novedad de iOS8 healthkit.
Pese a que no ha habido ni una sola imagen o dato técnico filtrado del iWatch -en contraposición a la saturación de fotos de supuestos iPhone 6- algunas pistas refuerzan su posible presentación. La más destacable es que el lugar de la Keynote, el Flint Center of the Performing Arts que ha sustituido al habitual Yerbabuena Center, y que destaca por la inmensa estructura de tres plantas que se ha montado para la ocasión así como por su aun más estricta seguridad. Como curiosidad casual allí fue donde Steve Jobs presentó el primer Macintosh en 1984. ¿Coincidencia? no lo creo.
Aún con todo, en el caso de que el iWatch sea presentado, las filtraciones aseguran que no llegará al mercado hasta el próximo año, algo que no es nuevo en Apple con nuevos productos. Esto da tiempo para ir ahorrando los 400 dólares que algunos aseguran que costará.